Cuidado... que el barco se va hundiendo...Gota a gota, voy teniendo noticias y mis sospechas, confirman que las cosas no llevan buen rumbo. Eso era de esperar, que se creían que abandoné el barco por que sí.
Ya está encima la tormenta y está apunto de caer encima.
Menos mal que me tiré antes al agua, aunque en su momento algunos pensaron que navegaria sin rumbo, que era de cobarde y que como podía abandonar, pero con el tiempo, me han dado la razón y confirmaron que fue una decisión difícil pero exacta, bien tomada.
Hoy por hoy, tengo que dar gracias a mi olfato intuitivo que sigue ahí sin fallarme.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
Solemos confundirnos nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite, la percepción va mas allá de la razón.
A mí me costó lo mío, pero tuve que tomar la decisión por muchos motivos, si lo hubiera hecho con el corazón todavía estaría allí.
Mis padres me enseñaron que el éxito se consigue siendo una persona ilusionada, comprometida y que confie en si misma, entonces puedes llegar mucho mas allá de lo que esperas.
¡Y eso que todavía no ha empezado el maremoto!
Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar.
Pues así con todo, cuando hay que tomar decisiones, hay que hacerlas con la cabeza y no con el corazón...
En fin...
1 comentario:
No se cambia normalmente por comodidad o por miedo. También es cierto que la jugada te puede salir bien o mal (que es lo mismo si te quedas), aunque normalmente suele salir bien o eso es lo que intentamos autoconvencernos.
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